En la actualidad las infraestructuras son escasas. El único alojamiento que existe es el Tsumkwe Tucsin Lodge. Aunque no está regido por la comunidad bosquimana, sí que es un buen punto base para realizar algunas salidas de safari y actividades con bosquimanos.

Existen varios campings regidos por la comunidad, y son una excelente opción de alojamiento para integrarse totalmente en una naturaleza.

Haber tenido la oportunidad de convivir un día completo en una de las aldeas que viven en Nyae Nyae, escuchar su curioso lenguaje en el que los sonidos los realizan con chasquidos de la lengua, andar por el Kalahari, descubrir la gran cantidad de tesoros vegetales que esconde, aprender con ellos a leer esta árida tierra que para ellos es un libro abierto sin secretos, observar su organización tribal, ver sus chozas de adobe y la simplicidad de su vida, ver sus juegos de adultos y los de los niños que siempre implican aprendizaje e integración en la comunidad, escuchar sus cantos y verlos danzar… Y sobre todo mirarles a los ojos y ver esa mirada de limpieza y franqueza, casi siempre enmarcada con una sonrisa. Es una experiencia que una vez que se vive, no lo podré olvidar nunca, entre otras cosas porque puso preguntas en mi mente y en mi corazón sobre mi urbanita forma de vida, y sobre mi alejamiento de la naturaleza producido hace muchas generaciones, de esa naturaleza llamada por Jean M. Auel LA GRAN MADRE, en su fabulosa serie de libros que inició con el Clan del Oso Cavernario.