En el centro-norte de Namibia se encuentra el Parque Nacional Etosha, que con sus 23.175 km2, es uno parques nacionales más grandes de Africa. En esta enorme superficie se incluye su famoso Pan, enorme salina que cubre 4.730 km2, aproximadamente un 21 % de la superficie del parque.
Inicialmente fue proclmado reserva de categoría 2 en 1907, y en 1967 se nombró oficialmente Parque Nacional.
Escondida en las rocas y arrastrada por la arena, la historia del Parque Nacional de Etosha es rica y variada. La vida animal ha existido aquí desde hace más de 650 millones de años, antes de que el súper-continente Pangea se separara en los actuales continentes. Se han encontrado en los márgenes del Pan de Etosha, huesos de especies olvidadas que vivieron hace mas de 5000 años. Los bosquimanos fueron unos de los primeros habitantes en esta zona. Vivían en armonía con el medio que les rodeaba y entendían la vida en las llanuras como una cuestión de supervivencia.
Aunque los primeros europeos que pisaron Etosha fueron los comerciantes y exploradores John Anderson y Francis Galton, que llegaron en carro a Namutoni en 1851, Etosha no atrajo el interés de los turistas y los conservacionistas hasta el siglo XX. Fue cuando el gobernador de África del Sudoeste Alemana, el Dr. F. Von Lindequist, consciente de la reducción de la población animal, creó una reserva de 99.526 Km2. En los años siguientes las lindes del parque se modificaron varias veces, y en 1970 Etosha se redujo a los 23.175 km2 actuales.
Etosha ha sido el escenario de batallas y triunfos, com las batallas entre soldados alemanes y los “Owambo” (grupo etno-lingüístico de las sabanas semi-áridas del norte de Namibia y el sur de Angola). Aún cuando el Parque Nacional Etosha se redujo a la actual porción de tierra protegida, su flora y fauna sobrevivieron para comenzar un nuevo capítulo en la historia Etosha.
Este parque recibe varios nombres: “Lugar de espejismos”, “Tierra de agua seca” o “Gran lugar de agua seca” debido al gran salar que le caracteriza y a las polvaredas que forman espejismos en el horizonte borroso.
Durante más de 100 años, el Parque Nacional de Etosha ha proporcionado un vasto santuario para la fauna. Dentro de sus fronteras, los conservacionistas han podido llevar a cabo planes de protección de la vida salvaje. Algunas de estas iniciativas han traído al parque especies como elefantes, leones y otros considerados demasiado peligrosos o destructivos para coexistir en las granjas vecinas. El Pan de Etosha ha proporcionado refugio a decenas de flamencos, durante la estación de lluvias. Se trata de un vasto albergue al aire libre para los animales que buscan la soledad lejos de los depredadores.
Desde su inauguración en 1974, el Instituto Ecológico de Etosha ha apoyado a científicos locales e internacionales en sus investigaciones y estudios de las cuestiones relacionadas con el comportamiento animal, ecología y conservación. Su trabajo no es sólo vital para el futuro de Etosha, sino para el resto del mundo más allá de los límites del parque.
La reubicación dentro del Parque Nacional de Etosha del Impala black-faced (de cara negra) desde la región Namibia de Kunene, ha salvado a esta especie del borde de la extinción. Actualmente, la mitad de la población mundial de este Impala se encuentra en Etosha. Las diferentes iniciativas innovadoras de conservación en el Parque Nacional de Etosha, han llevado a la creación de la mayor población mundial de rinocerontes negros, así como a una población de rinocerontes que se han donado a más de 170 granjas en Namibia, que aseguran la supervivencia de la especie.
Dado que la vida salvaje sigue creciendo en Etosha año tras año, se han trasladado a otras zonas dentro de Namibia especies como antílopes, jirafas y rinocerontes negros. La conservación de la fauna y flora es única en este parque, llevada a cabo con gran responsabilidad, riesgo y con la obtención de maravillosas recompensas.
Como acceder a Etosha
Su céntrica ubicación lo hace fácilmente visitable desde o en ruta hacia otros lugares de interés del país. Es fácilmente accesible por carretera, a través de sus 4 puertas de entrada: Galton Gate en el oeste, Andersson Gate (ubicada el centro de la zona sur del parque), Von Lindequis Gate (en el este) y King Nehale Gate (en el noreste).
En cada una de las puertas será necesario realizar el registro de acceso y/o salida, presentando los permisos necesarios que llevan implícito el pago de las tasas por persona / día y por vehículo.
Se puede acceder para safaris de un día, respetando las horas de apertura y cierre (amanecer y puesta de sol) o se puede permanecer dentro del parque si hay reservado alojamiento en alguno de los camps dentro del Parque.
Existen strips para aterrizaje de avionetas en los alrededores de las puertas de entrada, pero llegar en avioneta significa alojarse en alguno de los lodges que se encuentran en reservas privadas que bordean el Parque Nacional Etosha, ya que son los únicos que organizarán el traslado desde el strip a dicho alojamiento.
Dónde alojarse
Una de las opciones es alojarse en uno o varios de los 5 campamentos del parque, cada uno con su propia personalidad, si se piensa dedicar varios días a realizar safari en Etosha. Los 5 alojamientos dentro del parque son:
- Dolomite Camp, en el extremo oeste y que alojándose aquí ofrece la única oportunidad de recorrer la mitad oeste de Etosha, que está cerrada al tráfico
- Okakuejo, en el centro (el más próximo a la puerta de acceso Andersson)
- Halali, en el centro-este
- Namutoni, el más próximo a la puerta oeste
- Onkhosi Camp, que a 43 km hacia el norte de Namutoni, se eleva sobre el maravillo Pan. Este campamento ofrece la posibilidad de disfrutar de la magia de la luz del amanecer y el atardecer sobre esta enorme salina central.
Están vallados y tienen horario de control de acceso, el mismo que se establece en las puertas para circular por el Parque Nacional. Todos ellos cuentan con alojamiento tipo chalets, con variedad en el nivel de lujo, y área de camping para los que desean acampar. Cuentan con centro de información, bar, restaurante, tienda, gasolinera, piscina, zona de picnic…. Y también todos cuentan con un waterhole o estanque iluminado que es visible desde zonas seguras valladas y donde no es raro que los animales se acerquen a beber por la noche.
El mayor inconveniente es la altísima demanda, por lo que si desea pasar unos días en estos Camps, debe reservar con muchísima antelación. Para recorrer Etosha necesita de 2 a 3 días como mínimo, siendo recomendable alojarse cada noche en uno de los campamentos situados entre sí a unos 70 km de distancia.
Fuera del Parque, bordeando sus fronteras, desde el Oeste hasta el Este, existen numerosos alojamientos, algunos de ellos en reservas privadas, que permiten la opción de realización de safaris tanto en el Parque Nacional Etosha como en sus propias reservas. La ventaja de estas reservas normalmente suele ser que ofrecen la opción de safari nocturno, que permite una visión diferente de la vida salvaje.
Cuando visitar Etosha
En Namibia se definen esencialmente 2 estaciones climatológicas: la temporada seca (desde Noviembre a Marzo) y la temporada de lluvias (de Abril a Octubre).
La temporada seca de Etosha.
Durante esta estación el polvo, el calor y una capa de tierra blanca cubre las llanuras. A lo lejos, brillos de espejismos, creando ilusiones. La arena que arrastra el viento golpea la piel, pero esto no le importa a los visitantes, que están más entretenidos observando el combate de los springboks, a la jirafa que se mueve lánguidamente a través de las llanuras y a los leones esperando pacientemente la oportunidad de abalanzarse sobre su presa.
De abril a diciembre, Etosha es consumido por la estación seca. Durante estos largos meses, la vida se concentra en los waterholes. Los elefantes se meten en el agua para enfriarse, mientras que el rinoceronte negro sortea las rocas para llegar a la orilla del agua. Durante la dura pero impresionante estación seca, todos los animales de Etosha sobreviven entre la fina línea de la vida y la muerte.
La temporada de lluvias en Etosha.
A partir de diciembre y hasta el mes de abril, el horizonte se llena de nubes. Poco a poco, los relámpagos, los truenos y luego un conjunto imponente de nubes blancas y violetas dominan el cielo. La temperatura comienza a caer, los vientos soplan fuertemente, y de repente se desata el torrente de lluvias. Este espectáculo es el sello que distingue la estación de lluvias en Etosha.
Es una época como ninguna otra en el Parque Nacional Etosha. Las lluvias proclaman una explosión de color, las llanuras se llenan de hierba verde, flores amarillas y los lagos azules. Durante la noche, las llanuras están llenas de la vida. Los pequeños springboks lo celebran saltando, haciendo carreras, persiguiéndose unos a otros a través de las llanuras. Abundan los potros recién nacidos de cebras y terneros de ñus, que viven despreocupados por el alimento. Pero este es también el momento en que muchos depredadores dan a luz, por lo que los antílopes jóvenes deben tener cuidado, o podrían terminar por convertirse en comida de otra camada.
La experiencia de safari en Etosha
Con caminos bien marcados, de fácil seguimiento con un mapa de Etosha, y carreteras de grava de fácil conducción, siguiendo las marcas de los waterholes o estanques con agua permanente todo el año, es muy fácil realizar un safari incluso con tu propio vehículo, que ni siquiera es necesario sea 4×4.
Pero también es posible unirse a safaris con guías profesionales, que por su gran conocimiento del hábitat y su capacidad de avistamiento, nos dirigirán mucho mejor en la busca de escenas de la vida salvaje.
Tanto por número de especies como por cantidad de individuos de cada especie, Etosha aporta una experiencia de safari inolvidable