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Parque Nacional Namib-Naukluft

Con sus casi 50.000 m2, el Parque de Namib-Naukluft es una de las áreas protegidas más grandes de África, la más grande de Namibia, y alberga algunos de los ecosistemas más variados y extraordinarios del país. Creado como Parque Nacional en 1907, ha vivido expansiones hasta su extensión actual.

Con la variedad de hábitats que crean sus montañas, su mar de dunas de arena, lechos de ríos… esta enorme extensión que de sur a norte se extiende desde Luderitz hasta Swakopmund ofrece sin duda alguna una gran opción de diferentes experiencias: fascinantes rutas de aventura en 4×4 atravesando dunas, o atravesando regiones rocosas; experiencias de safari que le llevarán a descubrir fascinantes especies adaptadas a este entorno; rutas de trekking con acampada entre inolvidables paisajes aislados y vírgenes del desierto; observar especies endémicas como la rara Welwitchia….

Es una tierra de contrastes y extremos, con rocas duras y arenas blandas y suaves, con escarpadas montañas, nieblas húmedas y vientos secos. Las aguas de los ríos que surgen sin previo aviso a través de los cañones, no permanecen mucho tiempo debido al calor abrasante que domina cada día.

Y a pesar de esta dureza, la vida se desarrolla aquí. Sin presencia humana en la actualidad, se han encontrado vestigios, como hachas de piedra, que demuestran que el hombre paleolítico habitó aquí. Y más recientemente, la costa estuvo habida por clanes de khoikhoi, nómadas que vivían de la pesca, caza de aves y otras especies marinas.

La sección de Namib del Parque Namib-Naukluft, el desierto más antiguo del mundo, es hogar de fauna y flora que se ha adaptado a los extremos de manera fascinante. Los animales se entierran en la arena y, cuando el hecho de poseer ojos es innecesario, se desarrollan sin ellos. Los babuinos pasan meses sin agua potable, mientras que las plantas Welwitschia viven más de mil años en estas llanuras inhóspitas.

Las sombras que se dibujan en las dunas con los primeros y los últimos rayos del sol del día, crean unas imágenes realmente espectaculares, atrayendo a los fotógrafos como un auténtico imán. Con el calor del día se crean espejismos de un mar de plata brillante.

Es una tierra de contrastes y extremos, con rocas duras y arenas blandas y suaves, con escarpadas montañas, nieblas húmedas y vientos secos. Las aguas de los ríos que surgen sin previo aviso a través de los cañones, no permanecen mucho tiempo debido al calor abrasante que domina cada día.

Y a pesar de esta dureza, la vida se desarrolla aquí. Sin presencia humana en la actualidad, se han encontrado vestigios, como hachas de piedra, que demuestran que el hombre paleolítico habitó aquí. Y más recientemente, la costa estuvo habida por clanes de khoikhoi, nómadas que vivían de la pesca, caza de aves y otras especies marinas.

La sección de Namib del Parque Namib-Naukluft, el desierto más antiguo del mundo, es hogar de fauna y flora que se ha adaptado a los extremos de manera fascinante. Los animales se entierran en la arena y, cuando el hecho de poseer ojos es innecesario, se desarrollan sin ellos. Los babuinos pasan meses sin agua potable, mientras que las plantas Welwitschia viven más de mil años en estas llanuras inhóspitas.

Las sombras que se dibujan en las dunas con los primeros y los últimos rayos del sol del día, crean unas imágenes realmente espectaculares, atrayendo a los fotógrafos como un auténtico imán. Con el calor del día se crean espejismos de un mar de plata brillante.

EL MAR DE DUNAS. SOSSUSVLEI

Las dunas del gran desierto del Namib se extienden desde el río Orange al Kuiseb por el sur, y desde Torra Bay hasta el río Croce en Angola al norte. Se componen de arena de cuarzo de colores intensos con diversos matices, del beige al naranja, y del rojo al violeta. Esta enorme extensión de dunas, a diferencia de las antiguas dunas del vecino Kalahari, son dunas dinámicas ya que cambian en función de cómo sople el viento, condicionando su forma.

Sin duda alguna el área más famosa son las dunas que rodean el “Sossusvlei” o “Laguna sin salida”, muy cerca de la cual se encuentra el “Dead Vlei” o “Laguna Muerta”

La niebla de la costa flota en el aire y se introduce hacia el interior a más de 70 km, dibujando en las dunas formas de rayas de rubí y óxido, dejando una capa de humedad que da vida a una variedad de vida vegetal y animal, como geckos, lagartos cornudos y gacelas sable.

Las dunas son el hogar también de escarabajos peregrinos y lagartijas que nadan en la arena y dejan tras de si una hilera de huellas que parecen guiarnos en su dirección. La vida vegetal y animal se ha adaptado a sobrevivir en esta zona de manera extraordinaria.

SOLITAIRE

Cuando en 1948 Willem de Christoffel van Coller compró 33.000 ha de tierras para la cría de ovejas Karakul, en un área no desarrollada entre las regiones de Ababis y Koireb, tan en medio de la nada, que su esposa Elsie Sophie comenzó a Solitaire, nunca imaginó que terminaría siendo un punto tan reconocido en el mapa de Namibia.

A la primera casa de 2 habitaciones siguió la construcción de las estructuras necesarias para la creación de la granja. Pronto, por su ubicación en cruce de rutas, se construyó la gasolinera, un simple surtidor manual. Y con la parada de vehículos para repostar, enseguida se abrió una tienda que además se convirtió en la oficina de correos regional.

Esa gama de servicios en medio del desierto, enmarcados entre antigüedades que hablan de historia, vehículos abandonados recubiertos por la arena del desierto, y los famosos pasteles de manzana de Percy Cross McGregor, conocido como Moose, han convertido el lugar en un punto de parada obligatorio a cualquier viajero que recorre el desierto del Namib.

Durante los 20 años que Moose vivió en este lugar, hasta su fallecimiento en 2014, sin duda alguna lo impregnó con el aroma de sus tartas y de su carácter.

LAS MONTAÑAS NAUKLUFT

Esta cadena montañosa emerge verticalmente entre las llanuras del Namib central, y es en realidad una meseta cuyos bordes se hayan recortados por accidentadas gargantas. Esta zona está catalogada como semidesértica con secciones de sabana con acacias dispersas y árboles del género Euphorbia. Las rocas de estas montañas son en realidad segmentos de sedimentos intercalados en los que aparecen dolomita, cuarzita y pizarra, creando unos paisajes espectaculares.

Este hábitat es ideal para las cebras de montaña, oryx, kudus, springboks, e incluso, leopardos. Es también un propicio lugar para el avistamiento de aves.

Las principales actividades que atraen a los visitantes a esta zona, son la posibilidad de recorrerlo en 4×4, y para los amantes del hikking, es realizar una de sus rutas de un día (para los que no hacen falta permisos). Las más conocidas son el sendero Waterkloof, ruta de unos 17 km. Y el sendero de los Olivos, de unos 4 km. Para los más aventureros e  interesados en rutas de trekking e inmersión en la naturaleza se pueden hacer rutas de hasta 8 días, para las que son necesarios permisos especiales para acampar en el interior.

DONDE ALOJARSE

Hay una buena gama de alojamientos, en diferentes categorías y ofreciendo diferentes tipos de servicios para explorar las diferentes áreas del Namib-Naukluft. Se pueden encontrar alojamientos en los alrededores de Sesriem, la puerta de entrada al Parque Nacional para acceder a Sossusvlei. También hay alojamientos en el área de Solitaire y el área de las montañas Naukluft.

Para visitar las dunas de Sossusvlei, siempre será más cómodo estar alojado cuanto más cerca de Sesriem. Pero en realidad puedes elegir cualquiera de las otras áreas, aunque implique añadir unos kilómetros a través de bellos paisajes de desierto para llegar a la puerta de entrada al parque de Sesriem.

También existe posibilidad de alojarse al sur de Sesriem, en la Reserva Privada de NamibRand, que por su lado oeste, comparte 100 km de frontera con el Parque Namib-Naukluft

En los años 50 había en esta área una serie de granjas que intentaban la cría de ganado en medio del desierto. Tras unos años de dura sequía, en la década de los 80 se rindieron a la evidencia que no era viable la cría de ganado aquí, por lo que propietarios fueron siguiendo una evolución de actividades para sobrevivir, que comenzaron por la caza, para finalizar en lo que es hoy, una reserva privada protegida dedicada plenamente al turismo fotográfico y de naturaleza.

Esta reserva privada que hoy tiene una superficie de unos 2.100 km2, contiene más de 200.000 dunas, praderas desérticas, llanuras de arena y grava, y cadenas de imponentes montañas aisladas, donde habitan, al igual que en la región occidental del Parque Namib-Naukluft grandes rebaños de springboks, cebras de montaña Hartmann, jirafas, oryx y avestruces, además de kudus, hienas moteadas y marrones, chacales, zorros orejudos del Cabo, leopardos y guepardos.

Por tanto alojándote en la Reserva Privada de NamibRand, tienes la opción además de visitar las dunas de Sossusvlei, pero también de realizar safaris guiados en 4×4, además de la posibilidad de hacer rutas de trekking.

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