Nuestro viaje a Zambia: 2 dias en Lower Zambezi

En este día comenzábamos esta parte de nuestro viaje. Estaríamos 2 dias en Lower Zambezi. Nuestra primera noche la habiamos pasado en  Anabezi Luxury Tented Camp. Tras el duro día de carretera / camino / atravesar montaña del día anterior, llegamos agotados. Pero por muy cansados que llegamos, al entrar a nuestra habitación entendimos el adjetivo Luxury que forma parte del nombre del lodge.

Enorme suite, dividida en área de dormitorio con una de esas enormes camas tamaño queen, con su bonito dosel para la mosquitera. Un baño decorado con todos los detalles, incluyendo por supuesto una enorme bañera de patas. Una enorme sala de estar con elegantes y cómodos sofás con vistas a la terraza privada, donde otras tumbonas y una piscina privada invitaban a sentarse con una copa de vino con vistas a un afluente (en ese momento seco) del río Zambezi.

Todo invitaba a quedarse allí unos días. Pero no era el plan. Lo valoramos, entendimos el lujo que estaba por unas horas a nuestro alcance. Y disfrutamos lo que más necesitaba nuestro cuerpo: la ducha y la fantástica cama. Yo recuerdo el momento de ir a la cama, con mi nieto Erick excitado por todo lo que aquella gran tienda le ofrecía para explorar. Está claro que la energía de un niño puede desbordar a una abuela. Así que mi objetivo fue tranquilizarle y meterle en la cama, para yo poder hacer lo propio. Me costó un poco pero lo conseguí.

Por la mañana me desperté sobre las 5 de la mañana, al alba. Y decidí que era un buen momento para disfrutar de un café en silencio y relajada frente al río, en la maravillosa terraza privada que tenía la tienda, disfrutando del amanecer, antes de unirme a la energía que desplegaría Erick otra vez, en cuanto se despertara.

Con mi café en la mano, cuando iba a encender un cigarillo, el silencio del amanecer quedó roto por la llamada de un león. Puede haber mejor despertador? Absolutamente excitada me fui a por el teléfono, lo que tenía más a mano para captar el momento, ya que estaba segura que lo vería.

Y claro había que compartir ese momento con mi nieto, que aún estaba dormido. Pero que en cuanto escuchó mis palabras: «Erick, león, león» se despertó rapidísimamente y sumó en 2 segundos a mi excitación. Ambos corrimos hacia la terraza para intentar verlo: y lo vimos!!!

Bueno la calidad de la foto es pésima. Lo sé, lo sé. Pero, reconocéis que ahí hay un león? Y yo sé que ese fue mi león-despertador!!!! Siento mucho no haber tenido tiempo de sacar la cámara para una foto en condiciones, y me tuve que conformar con lo que puede captar con el teléfono.

Tras este especial momento, de esos que sólo África te puede ofrecer, en el que tus ojos ven un león frente a ti y tus oídos escuchan su rugido de llamada, todo ello envuento en la mágica luz del amanecer, mi nivel de adrenalina subió y ya no me importaba el lujo y el confort que me rodeaba en la habitación. Mi único deseo en ese momento era sentir el polvo en el coche de safari, sentir al guia mirando las huellas, siguiendo los pasos de ese león, escuchando cualquier sonido que nos alertara de donde estaba…

Así que Erick y yo tardamos muy poco en estar listos para unirnos al resto del grupo para el desayuno en el gran comedor frente al río, y salir de safari cuanto antes: había que intentar encontrar a ese león, que no estaría lejos.

Para Roberto, Mónica y Hugo hoy sería su primer día de safari en Zambia. Aunque ya habían tenido la oportunidad de disfrutar del  entorno del río Zambezi el día anterior en Redcliff Zambezi Lodge (bueno, un rato en la mañana para ser más exactos), hoy iba a ser su primer día en un coche de safari en este país.

Nuestro guía, como buen profesional, antes de mover el coche quiso entender qué tipo de grupo iba a llevar de safari. Obviamente le explicamos quienes éramos.

El rápidamente entendió que no eramos clientes, digamos, normales. Entendió sobre nuestra gran experiencia en safaris, y también entendió muy rápido mi petición: «let’s go for this lion»

Como yo imaginaba, él nos confirmó que era un león residente de la zona, que se movía con su hermano, y que era habitual verlos en ese territorio.

Con lo que, como guía experto en su territorio, empezó a conducir peinando la zona, y realmente no tardó más de 10 mn en encontrarle: tranquilamente tumbado en el lecho seco de uno de los afluentes del Zambezi, con su hermano.

A qué ahora la foto ya si se ve bien? Ya estábamos todos con las cámaras, y equipados como procede para un safari!!!!

El resto de la mañana de safari fue muy productiva con muchos avistamientos. Debo de decir que superaron mis expectativas sobre la región de Lower Zambezi, no sólo por los avistamientos y la cantidad de animales que encontramos durante el safari. Sino también por los espectaculares paisajes, y la gran cantidad de aves.

Nuestro guía, gran conocedor del territorio que explora todos los días, tras ver a los 2 hermanos, siguió su ruta en búsqueda de la manada de leonas con sus cachorros, que controlan esos machos. Y que nos ofrecieron un bonito espectáculo.

Durante nuestra parada para tomar un café frente a uno de los afluentes del Zambezi, tuvimos la oportunidad de compartir el momento con un elefante que bebía y jugaba con el agua.

Y además de otros muchos animales, también tuvimos la oportunidad de ver algunos elefantes elevando su trompa en busca de los frutos de la acacia aquí llamada Ana, y que en algunas ocasiones les llevan a elevarse sobre sus patas traseras (como en el logo de Anabezi) para tratar de alcanzar los frutos en las ramas más altas. No tuvimos la suerte de verlos así, pero casi….

Tras el safari, ciertamente tocaba un poco de relax para todos. Nos lo habíamos ganado!!! En especial Hugo y Erick que el día anterior, con la larga y accidentada ruta, se habían portado como campeones. Sin una queja, energía antes los problemas, y una actitud muy divertida en todo momento.

Así que al regresar al lodge, tras el safari, decidimos que era el momento de disfrutar de la piscina. Aún cuando cada uno tenía su piscina privada en su tienda, sería mucho más divertido pasar un rato todos juntos en la piscina infinita con vistas al río que Anabezi tiene en su plataforma Mushika, algo separada de la plataforma Zambezi, donde está el restaurante principal. Con lo que estaríamos solos, con más privacidad.

Inmediatamente un camarero vino para abrir el bar de Mushika para nosotros, y ofrecernos cualquier bebida que nos apeteciera en este momento de relax. Es muy, muy divertido estar una piscina chapoteando y viendo elefantes y antílopes pasearse por el rio. De la gran cantidad de aves en esta zona, podéis imaginar que con el ruido y jolgorio de los chicos, no vimos ni una en este rato.

Tras esto nos reorganizamos para almorzar. Un extenso y amplio buffet servido frente al río. Las opciones eran ciertamente variadas, pero uno de los platos, una lasaña de verduras, fue el preferido. Y tras el almuerzo, más o menos sobre las 13.30, tocaba seguir hacia nuestro siguiente destino: Chiawa Camp, donde pasaríamos la tercera y última noche en el Parque Nacional Lower Zambezi.

Muy cercano a Anabezi, apenas nos llevó unos 30 minutos llegar, a través de caminos de safari en Lower Zambezi, con lo que por supuesto nos cruzamos con más animales.

Chiawa Camp, es un clásico de Lower Zambezi, el origen del turismo en esta región, de la mano de los Cumming, quienes originariamente procedentes de Reino Unido, en la actualidad son ya 5 generaciones viviendo en Africa. Fue David Cumming, tercera generación, el visionario y pionero del inicio del turismo en Lower Zambezi, con la construcción de Chiawa Camp, en sus orígenes, un camp muy básico, pero que recibió a las primeras personas dispuestas a pagar por alojarse y vivir la experiencia de safari en esta región de Zambia.

Así iniciaron la industria turística en este sector de Lower Zambezi, actividad que acompañó con un despliegue total de protección a la vida salvaje en colaboración con los gestores del Parque Nacional y el Gobierno, muy especialmente en la lucha frente a los cazadores furtivos.

Y tras el normal protocolo al llegar al lodge: presentación del staff, de nuestro guía, explicación sobre el lodge y normas de seguridad, listos para disfrutar el «high tea«, ya sabéis, esa tradicción tan británica: té, café, refrescos, dulces…. antes de embarcarnos en el safari de esa tarde, nuevamente con excelentes momentos para ser captados por nuestras cámaras: más leones, numerosas aves, jirafas, búfalos, ímpalas, kudus….

El sundowner o parada para ver la puesta de sol y brindar, creo que fue uno de los más bonitos de todos los que vivimos en estos días.

Y como es normal en los safaris en Zambia, tras la puesta de sol, continuación del safari en ruta de regreso al lodge, ya en la noche, con la consiguiente oportunidad de observar especies que durante el día no es posible ver, o ver especies que ves durante el día, pero su comportamiento durante la noche es muy diferente. Creo que las fotos que os muestro a continuación, hablan por sí mismas de la experiencia de safari de ese día.

Y como cada día, aquí os dejamos las impresiones de Hugo en su diario de viaje, de estos 2 dias en Lower Zambezi.

Nuestro viaje a Zambia día a día

Nuestro viaje a Zambia: los preliminares

Nuestro viaje a Zambia: larga ruta hasta South Luangwa

Nuestro viaje a Zambia: el inicio, South Luangwa

Nuestro viaje a Zambia: 2 dias en South Luangwa

Nuestro viaje a Zambia: hacia Lower Zambezi

Nuestro viaje a Zambia: Lower Zambezi

2 dias en Lower Zambezi – Nuestro viaje a Zambia

Hacia Kafue – Nuestro viaje a Zambia

En el centro de Kafue – Nuestro viaje a Zambia

1 dia en Konkamoya – En el centro de Kafue

2 días en KaingU – El final de nuestro viaje en Zambia